martes, 22 de septiembre de 2009

Lunes Chelero

Resulta que ayer me tomé una chelita en el malecón, pero luego un serenazgo del mal me choteó así que, en buena compañía, decidí ir al Pollo Piers, mítico lugar que alcanzó fama y gloria a finales de los 90s y primeros años del 00. Hoy sufre de un triste olvido de quienes ahí vivimos gratos momentos. Aparte del Yacana es el único lugar al que he ido solo porque sabía que siempre me iba a encontrar con alguien de puta madre para chelear.



En el Pollo Piers tomamos 2 chelas de litro 100 con su respectiva canchita, conversando, besando...luego calabaza. Y camino a mi casa me encontré con Rayo.
Rayo es todo un personaje: es soldador con certificación no se que número en no se que cosa, el asunto es que se especializa en tuberías y ha trabajado en Camisea, Melchorita, Antamina, Yanacocha, etc. Aparte ha trabajado al lado del único director de cine de culto que tenemos en el Perú: Leonidas Zegarra (lo siento ARG pero no eres lo suficientemente bueno ni malo para ser de culto) y para añadir más a su CV es músico metalero...de los de antaño.
Rayo, acababa de venir de no se que obra en Paramonga y estaba buscando una guitarra Dean modelo Dimebag (juguetito de US$1300) que no encontró, le hice un par de recomendaciones...pero a final no compró nada. Luego, vi un fulgor en sus ojos, se transfiguró y me dijo: habla un par de chelas. La última vez que me dijo eso yo terminé saliendo a las 9 de la mañana del Nuclear Bar del Quilca, en un estado calamitoso. Le acepté, y fuimos al Bar del Viejito (entrañable bar de la primera cuadra de La Paz en Miraflores). Entre chelas hablamos de música, de sus chicas, de amplificadores, etc. Felizmente tuve el atino de decirle ahí nomás tío que tengo que hacer.
Grande el Rayo, invierte todo lo que gana en música, alcohol y mujeres..y lo que le queda lo malgasta.
Saliendo del bar del viejito me encuentro con Raisa, una chica que conocí en Iquitos y es un mate de risa. Estuvimos conversando en plena esquina de Ricardo Palma con La Paz buen rato y le dije si quería tomar un café (de paso se me pasaba un poco los efectos cheleros), y caminando por Bonilla, cambié de opinión...Oye una chelita? Me dijo que sí y terminamos en un agradable barcito de un suizo, con el que nos quedamos buen rato conversando. Muy buena onda el suizo...creo que cuando no haya sitio en el Bar del Viejito me voy al Bar Suizo. Ya era tarde y calabaza.
Buen comienzo del fin de semana

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