domingo, 27 de mayo de 2012

El gusto por lo analógico


Crecí, musicalmente hablando, a finales de los 80s y durante todos los 90s. Era una época de transición entre lo análogo y lo digital. En esas épocas tenía una banda y tocaba bastante seguido, me compré equipos (amplificadores y efectos) y probé muchas marcas y modelos. Puedo decir que nunca me terminó de convencer el sonido digital.  En mi caso particular, los efectos  digitales para guitarra que emulaban distorciones, amplificaores y gabinetes nunca me llegaron a gustar del todo. He probado desde el mítico Gp-100 de Roland hasta el Line 6 ó el GT5 de Boss, y siempre notaba una falta de cuerpo, de armónicos...un vacío en el sonido que por más tecnología digital que existiera en el procesador no se llegaba a llenar. Para mí no hay nada mejor que el sonido anlógico de  un  amplificador a tubos y si voy a usar algo digital será en los efectos como Delays, Reverbs o Chorus y Flangers. Jamás usaría algo digital para preamplificación.

 En el caso de la grabación digital, es indiscutible que hoy en día es el estándar, pero siempre debe ir acompañado de cierto procesamiento análogo, sobretodo en la etapa preamp, para que el sonido sea el óptimo. Los que aún graban en análogo lo hacen por feeling (o un gusto por lo lo-fi que se puede lograr de manera natural en lo analógico sin que se tenga un resultado desastrozo si no más bien interesante) o por los armónicos que se logran a bajas frecuencias y por la compresión natural de los sonidos percusivos (que también se puede lograr grabando en digital con un buen compresor análogo). Pero lamentablemente como casi todo se escucha ahora en CD esta riqueza de armónicos se pierde casi por completo. Sólo un oído entrenado se daría cuenta de esto.

Y hablando de CDs, la riqueza de sonido de un LP es innegable. Un tornamesa con un buen amplificador y unos buenos parlantes no tiene rival en el mundo digital. La diferencia de sonido traducida en la riqueza de armónicos y la fidelidad de lo análogo es algo que lo digital no podrá emular (al menos siguiendo el estándar de 44,1 KHzde barrido que se usa en los CDs)En vez de escribir, escuchen al maestro Marco Aurelio Denegri



En la fotografía debido a la gran resolución que ahora se logra y la capacidad de manipulación de imagen, el dominio de lo digital es innegable. Pero hay un feeling en lo análogo que es bastante rescatable, el hecho de tomar un foto y esperar al revelado para saber que sucedió tiene un gusto especial. Adicionalmente las texturas y efectos que se pueden lograr con una cámara de rollo no se pueden lograr con el frio sensor de una digital. Quizá por ello el resurgimiento del gusto por cámaras análogas que la gente de Lomography ha sabido capitalizar.

Y en el cine...hay mucha gente aún filmando con cámaras 35mm o incluso con 16mm (Se sorprenderían de saber cuantas series de TV actuales son filmadas en 16mm). Y es que no estoy solo en el mundo de los amantes de lo análogo y como se darán cuenta no sólo es por feeling si no también por la calidad.

Por mi parte, quiero comprarme una cámara de film (Una nikon F100), un tornamesa de calidad, una filmadora (de segunda) de 16mm y estoy ahorrando para volver a tener un amplificador a tubos (El Marshall JCM 2000, con tubos Groove)
Definitivamente el redescubrimiento de lo análogo ha despertado en mí un nuevo impulso para seguir con muchas cosas que estaban casi durmiéndose. Viva lo análogo!