martes, 15 de septiembre de 2009

Brief historia de la guitarriedad


Hace casi 25 años que comencé a tocar guitarra. Recuerdo la guitarra acústica que tenía mi papá y con la que aprendí mis primeras notas: era una guitarra que había pertenecido a un tío abuelo de mi abuela (o sea la guitarra fácil era del S XIX). Madera añeja, clavijeros de madera, cuerdas de metal. La madera añeja le daba un sonido particular, bastante brillante y con un rico sustain. Lo primero lo aprendí por mi papá que me enseñó Las Mañanitas.
Luego me compré cancioneros y comencé a practicar acordes por mi cuenta. Luego bastante rock clásico: Beatles y Stones principalmente. Mi papá también tenía una guitarra eléctrica, una Hawai y un ampli a tubos Meazzi, con esa comencé a practicar mis primeros punteos…creo que lo primero que me salió decentemente fue el solo de Reflections of my Life de The Marmalade.
La Kawai tenía un problema, el puente estaba demasiado alto, así que limé la base…y le hice algunas “mejoras” que terminaron arruinándola. También hice experimentos con el Ampli, me di cuenta que variando el selector de voltaje interno podía saturar los tubos y lograr distorsión: quemé tubos. Mi papá nunca me reclamó…pero espero algún día poder regalarle una guitarra eléctrica.
Ya era el año 87 cuando conocí a Juan y Pablo, 2 mellizos metaleros que vivía a unas cuadras de mi casa, y cuando iban a la mía…nos encerrábamos a tocar (o intentar tocar) temas de Maiden, Bon Jovi, etc. Con ellos aprendí bastante. En esa época ya podía tocar algunos temas de Santana, de Led Zeppelín y muchos de The Beatles.
El año 91, ya acabado el colegio, me compré una de mis más preciadas posesiones: mi Gibson Lespaul Custom del 73. Me la vendió el papá de Juan Eduardo (vecino mío), al increíble precio de US$200.00. Me dijo: Hijo, cuánto tienes? Y yo sacando la cuenta de lo que tenía en mi chanchito, lo que podía sacar vendiendo algunas cosas y pidiendo prestado, le dije 200….y en 200 me la vendió. Un coleccionista hubiera pagado por esa guitarra US$ 5000.00
Es la mejor de mis guitarras, y una de las mejores que he tocado en mi vida (no digo la mejor para no sonar presuntuoso). Cuerpo y Mastil de Caoba, Diapasón de Ébano y pastillas DiMarzio de la época en las que el mismo DiMarzio las hacía mano. Me conseguí una distorsión made in Paruro, y con eso toqué buen tiempo (Ya podía tocar cualquier canción de Santana, de Led, Zep y casi cualquiera de Guns and Roses). Por esos años de la primera mitad de la década de los 90s, tuve mi primera banda en serio: Ley Seca (luego se llamó Tobara en honor a un desaparecido bar surquillano), tocamos en varios pubs, universidades y verbenas.
La guitarra de mi Tio tatarabuelo ya parecía de canela, la traté de arreglar pero no había mucho que hacer. Fernando me vendió un acustica Yamaha modelo Jumbo de cuerdas de metal a S/. 100.00 soles. Luego me enteré que esa guitarra le había sido robada a Gianmarco (el pelado que canta en los comerciales de Claro).
El 95 me compré una Ibanez RG 770 DX…una maravilla por su facilidad de tocar y mi primer ampli Marshall. Ese mismo año me dio hepatitis, y el mes que estuve en cama sirvió para que mejorara notablemente: mis días eran tocar, desayunar, tocar, almorzar, tocar, cenar, tocar y dormir. Pude sacar temas de Malmsteen, Rata Blanca, Vinnie Moore, Satriani, etc.
Al año siguiente con Michel (un amigo de la chamba), Edson y Goyo (2 amigos musicales) nos juntábamos los fines de semana a tocar temas de Ozzy, Metallica y Maiden. Michel siempre tocó mejor que yo, así que asumí el rol de segunda. Me compré al año siguiente un procesador Roland GP-100 (un aparato hi tech que me costó más de US$ 1000.00). Ya había dejado de tocar con Ley Seca y tocaba con Confusión, una banda de Death Thrash Metal con la que viajé muchas veces a tocar a provincias.
Nunca tuve un profesor fijo de guitarra, pero en la segunda época de los 90s estudié con varios: Raúl Fernández (virtuoso que podía sacar cualquier tema de Steve Vai), Kike Yompian (super metódico y buen profe) y con Diego Rodríguez Arnaiz, quien me enseñó a querer el nylon
El 99 me botaron del trabajo, con la CTS me compré un cabezal Marshall JCM2000 y un gabinete 1960A entre otras cosas. Al cabezal le cambié los tubos por unos Groove Tube (Los de Pre ECC83 y los EL34). Sonido de dioses. El maridaje perfecto en guitarra es una Gibson con un stack Marshall a volumen 10. Orgasmo! Ese año me metí a clases con Andrés Prado, maestro de jazz y de quien aprendí mucho

Puse una sala de ensayos (y no es falta de modestia pero era la mejor sala de su época). Creo que mejoré algunos aspectos de mi toque por esas épocas (antes tocaba muy suave, y empecé a darle más duro a las cuerdas), me dediqué a la música casi por 5 o 6 años. Tocaba en una banda de coves pachangueros en el círcuito típico de esas bandas: Marina, Chulos, Barza, etc; tenía mi sala de ensayos y daba clases de guitarra (en un buen momento llegué a tener 12 alumnos semanales). Viví de la música por un tiempo (y ganaba considerablemente más de lo que ganaba en mi ex trabajo).

Luego los bolos bajaron, dejé la sala y el remate fue que me robaron mis equipos. Vendí lo que me quedó me fui de viaje a mochilear por 3 meses y regresé sin un sol.
De ahí me dediqué a la empresa que ahora tengo…y le agarré más gusto a la acústica (trova que siempre toqué, música criolla y bossa). Ahora nuevamente ando en onda eléctrica, tratando de dominar Manhatan de Eric Jonson y La Salsalinas de Luis Salinas.

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