Las Angies

Ayer ordenando algunas cosas en mi habitación encontré mis libros del Británico y el primer recuerdo que se me vino de aquella época fue Angie, una linda niña de 16 años, de cabello rubio alborotado, ojos verdes con mirada fatal de niña mujer y una carita salpicada de deliciosas pecas. Yo que andaba en mis 18 no pude ser ajeno ante tanta beldad...y recuerdo que hicimos una buena amistad desde el comienzo.
Jugábamos michi en horas de clase, al salir nos íbamos a pasear por el malecón, unas chelitas en algún momento, luego unos torpes pero intensos besos por el puente Villena (aún sin esos horribles paneles antisuicidas)
Cuando terminó el ciclo (ella no iba a continuar) me dijo para seguir viéndonos, yo le dije que sí. Nunca más nos volvimos a ver, sólo la llamé una vez y me daba flojera ir a su casa en Chorrillos. Mucho tiempo después la llamé: Aló, con Angie por favor? Angie...acá no vive ninguna Angie. No recuerdo su apellido, sino en estas épocas de Facebook y Redes Sociales al menos tendría como buscarla.
Hace 2 años en un cumpleaños de un amigo conocí a otra Angie. También de cabello rubio, ojos verdes de mirada fatal que adornaban un bello rostro y aunque sin pecas me hizo recordar a la antigua Angie por la belleza y por esa mirada mezcla de traviesa ternura y sensualidad. En la reunión me le acerqué, conversamos un rato y salió el tema de Brasil, ella era brasilera, falamos portugues y me dió su número. La llamé días después y salimos, ahí me enteré que tenía 17 años, una hijita y trabajaba eventualmente de modelo. La volví a ver 2 veces más (una salida a la playa y una tarde por Barranco).
Al poco tiempo se me perdió mi cel en una travesía amazónica y perdí su número. La coincidencia fue que en Tabatinga (Brasil) la vi, en una moto; yo andaba caminando con Anna y la Cami y en eso una moto con una bloda chica pasa a nuestro lado, no puede ser dije, y al ver un tatuaje con el nombre de su hija me di cuenta que sí era ella. La moto arrancó demasiado rápido al cambio de semáforo. Última vez que la vi.