viernes, 13 de mayo de 2011

Antioquia

Un día jueves me fui a Antioquía con mi chica, mi compañera de camino. Llegamos a Cieneguilla y de ahí un colectivo nos llevó en 1 hora. Me inundó en un primer momento la nostalgia: recuerdo que hace unos 25 años acampaba con los scouts por allá y aún habían bosquecitos con zorritos y lechuzas, hoy sólo hay restaurantes campestres.
Llegamos a Antioquía, un pueblito pintoresco con sus casitas adornadas con esos motivos tan lúdicos y andinos a la vez. Muy tranquilo el pueblito, caminamos hacia el rio, y nos sentamos a no hacer nada...a esperar a que el tiempo llame al hambre y el aire que baja de los Andes y el sonido del rio nos llene de vida.



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