sábado, 13 de febrero de 2010

El gato nube

Era un día de noviembre del 2006, yo estaba yendo de Manaus a Tabatinga por el Amazonas, y en eso veo una nube gato que seguía el curso del rio. La nube estaba buscando algo al parecer...o quizá sólo curioseando. Anteayer escribí un cuento sobre la nube gato/gato nube



En el tiempo en que los dioses solían revolotear entre la selva, Majiña fue al rio a bañarse muy temprano, y escuchó un ruido que no identificaba, era como el llanto de un bebé. Se acercó lento al lugar de donde venía ese llanto y encontró a un gatito de apenas días de nacido, ella pensó que era un otorongo muy chiquito al que su mamá seguro abandonó porque estaba hechizado. Nadie nunca supo como llegó ahí (no hay gatos en la selva), lo recogió, lo limpió, le curó los parásitos que lo tenían flaquito flaquito...casi muerto de delgadez, y se hicieron muy amigos; ella jugaba con él, y él se amermelaba en caricias, en ronroneos. La buscaba siempre para demostrarle su amor y así pasaban todo el día juntos.

Pero un día ella se marchó para casarse con un muchacho de otra tribu...y se fue muy lejos. A Minico (así le pusieron al gatito) lo dejaron con los hermanos menores, pero él extrañaba mucho a su princesa, la buscaba entre las chozas, entre los árboles, se paraba a la orilla del rio con la espranza de que regrese. Un día se escapó para ir a buscarla. Pasó 3 días perdido en la selva, comiendo algún pajarito distraído para no morir de hambre...pero sin saber dónde ir. Lloraba y lloraba por su princesa perdida.

Un hada de esas que habitan en los árboles se compadeció de Minico, bajó y le preguntó que quería, él le dijo: Quiero llegar a dónde está mi princesa...El hada le dijo que ella ya estaba a muchos días de viaje, que la única manera era volando, pero no podía convertirlo en ave. Lo que podía hacer era convertirlo en nube...y él aceptó.

Y así sucedió...Minico se convirtió en una nube, que viajó por el Amazonas llevada por los vientos amigos que le dijeron donde estaba Majiña, y a las pocas horas llegó a la aldea donde estaba su princesa. Pero ella estaba ya casándose...Minico quiso desesperadamente bajar, pero no podía, él era ahora una nube condenada a viajar en el aíre,entonces se revoloteó, y luchó...y en la aldea sintieron un aire frío,y entonces una lluvia se desató. Minico convertido en lluvia caía y besaba la piel de su princesa, bajaba por sus cabellos y la acariciaba por última vez. Desapareció feliz y se unió al río que baña las orillas de la aldea donde vive ahora su amada. Y todas las mañanas que ella va a bañarse Minico es feliz…

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