viernes, 28 de mayo de 2010

El sol otoñal

Noche de insomio conjugada con una penita rondante que en la mañana se metió acacito junto al corazón, soprendiendo al somnoliento vigilante de penas.
Y la penita se puso a conversar con otra penita que anda por ahí agazapada desde hace un buen tiempo y la depertó, y ahora tengo 2 penitas dentro mio que conversan alegremente, desenfrenadamente, mientras el somnoliento guachimán coronario hace esfuerzos inútiles por acallarlas.
Penita 2 (la que entró en la mañana): Q haces ahí Penita 1?
Penita 1: Pues acá, descansando hasta hace un ratito hasta que te acercaste...y tú? a q pena debes tu existencia?
Penita 2: Pues a bla bla bla....
Penita 1: Ah mira, que te parece si te quedas un rato y juntamos fuerzas.

Lo curioso es que son penas que nacieron en situaciones antagónicas, una dentro de una imposible posibilidad y la otra dentro de una posibilidad tanteable que se llena de imposibilidades. Y así se armó una pequeño consorcio de penas jodientes que se complementan. Quizá el sol otoñal ayude a disiparlas, tal vez el dormir un poco me haga olvidarlas. Son penas tontas, pero que manera de joder que tienen!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario